Artículo Ciencia y Salud RCTV 24 de enero de 2009.
Estrés laboral aumentaría significativamente riesgo de ACV en los hombres
Un estudio japonés a largo plazo reveló que el estrés laboral puede aumentar significativamente el riesgo de accidente cerebrovascular (ACV) en los hombres. La investigación, publicada en Archives of Internal Medicine, incluyó a 3.190 hombres y a 3.363 mujeres de 65 años o menos. Primero se los entrevistó en 1992 y en 1995 y luego se los controló en los siguientes 11 años.Las personas provenían de contextos laborales variados e incluían directivos, profesionales, técnicos, cajeros, comerciantes, granjeros, artesanos y peones agrícolas. Los participantes fueron clasificados en cuatro grupos: ª baja demanda laboral y elevado control del trabajo (baja presión) ª alta demanda laboral y elevado control del trabajo (empleo activo) ª baja demanda laboral y bajo control del trabajo (empleo pasivo) ª alta demanda laboral y bajo control del trabajo (mucha presión) En el curso de los siguientes 11 años, se produjeron 147 ACV, 91 en hombres y 56 en mujeres. "Los hombres con trabajos de mucha presión tenían más del doble de riesgo de ACV total que aquellos con empleos de baja presión", escribieron los investigadores japoneses. No obstante, aunque las mujeres con trabajos de mucha presión tenían un mayor riesgo de ACV que aquellas con baja presión laboral, en ellas la diferencia no fue estadísticamente significativa.Estrés laboral aumentaría significativamente riesgo de ACV en los hombres13 de enero de 2009.- Un estudio japonés a largo plazo reveló que el estrés laboral puede aumentar significativamente el riesgo de accidente cerebrovascular (ACV) en los hombres. La investigación, publicada en Archives of Internal Medicine, incluyó a 3.190 hombres y a 3.363 mujeres de 65 años o menos. Primero se los entrevistó en 1992 y en 1995 y luego se los controló en los siguientes 11 años.Las personas provenían de contextos laborales variados e incluían directivos, profesionales, técnicos, cajeros, comerciantes, granjeros, artesanos y peones agrícolas. Los participantes fueron clasificados en cuatro grupos: ª baja demanda laboral y elevado control del trabajo (baja presión) ª alta demanda laboral y elevado control del trabajo (empleo activo) ª baja demanda laboral y bajo control del trabajo (empleo pasivo) ª alta demanda laboral y bajo control del trabajo (mucha presión) En el curso de los siguientes 11 años, se produjeron 147 ACV, 91 en hombres y 56 en mujeres. "Los hombres con trabajos de mucha presión tenían más del doble de riesgo de ACV total que aquellos con empleos de baja presión", escribieron los investigadores japoneses. No obstante, aunque las mujeres con trabajos de mucha presión tenían un mayor riesgo de ACV que aquellas con baja presión laboral, en ellas la diferencia no fue estadísticamente significativa.
Artículo El Universal Caracas, 25 de agosto de 2008
Embarazadas bajo estrés pueden tener hijos esquizofrénicos
Washington.- Las mujeres embarazadas que vivieron durante guerras son más propensas a dar a luz a un hijo que desarrollará esquizofrenia, reportaron recientemente investigadores estadounidenses en un estudio que vinculó el estrés prenatal con la enfermedad mental. Bebés de mujeres que estaban en su segundo mes de embarazado durante la guerra de "Seis Días" entre árabes e israelíes en 1967 eran propensos a ser diagnosticados con esquizofrenia de adultos, descubrieron los investigadores, reseñó Reuters. Patrones similares son posibles de encontrar en muchas mujeres estresadas, dijo la doctora Dolores Malaspina de New York University School of Medicine, quien dirigió el estudio. "El estrés en cuestionamiento es aquél que sería experimentado en un desastre natural como un terremoto o un huracán, un ataque terrorista, o un repentino sufrimiento", dijo Malaspina en un comunicado. Escribiendo para la publicación BioMed Central, los investigadores dijeron que estudiaron datos de 88.829 personas nacidas en Jerusalén desde 1964 hasta 1976. "Los datos básicos sugieren un aumento al doble o al triple de esquizofrenia en el grupo de nacidos en enero de 1968, cuyas madres habrían estado en el segundo mes de embarazo en junio de 1967", escribieron.
Washington.- Las mujeres embarazadas que vivieron durante guerras son más propensas a dar a luz a un hijo que desarrollará esquizofrenia, reportaron recientemente investigadores estadounidenses en un estudio que vinculó el estrés prenatal con la enfermedad mental. Bebés de mujeres que estaban en su segundo mes de embarazado durante la guerra de "Seis Días" entre árabes e israelíes en 1967 eran propensos a ser diagnosticados con esquizofrenia de adultos, descubrieron los investigadores, reseñó Reuters. Patrones similares son posibles de encontrar en muchas mujeres estresadas, dijo la doctora Dolores Malaspina de New York University School of Medicine, quien dirigió el estudio. "El estrés en cuestionamiento es aquél que sería experimentado en un desastre natural como un terremoto o un huracán, un ataque terrorista, o un repentino sufrimiento", dijo Malaspina en un comunicado. Escribiendo para la publicación BioMed Central, los investigadores dijeron que estudiaron datos de 88.829 personas nacidas en Jerusalén desde 1964 hasta 1976. "Los datos básicos sugieren un aumento al doble o al triple de esquizofrenia en el grupo de nacidos en enero de 1968, cuyas madres habrían estado en el segundo mes de embarazo en junio de 1967", escribieron.
Artículo de MedlinePlus 18 de diciembre de 2008
Asocian estrés grave antes del embarazo con el parto prematuro
NUEVA YORK (Reuters Health) - Las mujeres que padecen estrés por la muerte o enfermedad grave de un ser querido inmediatamente antes de quedar embarazadas tendrían mayor riesgo de parto prematuro, sugirió un nuevo estudio.
Este resultado, publicado en la revista Human Reproduction, aumenta la evidencia de que el estrés grave puede influir en las complicaciones del embarazo, como el bajo peso al nacer o el parto del feto muerto.
Los autores hallaron entre más de 1 millón de mujeres danesas que quienes tenían un hijo después de los 24 años y habían sobrellevado la muerte o enfermedad grave de un familiar inmediatamente antes del embarazo solían dar a luz prematuramente.
Las mujeres que sufrieron ese estrés en los seis meses previos al embarazo eran un 16 por ciento más propensas a tener un parto prematuro.
Cuando era un hijo el que había muerto o enfermado, la probabilidad de tener un parto prematuro aumentaba un 23 por ciento y el riesgo de dar a luz mucho antes de fecha crecía un 59 por ciento.
Es posible que experiencias altamente estresantes como esas tengan efectos hormonales que determinen el parto prematuro en algunas mujeres, según explicó el doctor Ali Khashan, de la University of Manchester, en el Reino Unido.
El estrés grave antes o cerca del momento de la concepción alteraría los niveles femeninos de la hormona del estrés (cortisol) y la hormona liberadora de la corticotropina (CRH), que participan en la implantación embrionaria y la formación de la placenta, indicó el autor a Reuters Health,.
Los niveles de la CRH generalmente aumentan antes del nacimiento del hijo y en las mujeres que tienen parto prematuro se observó un "aumento precoz" de la hormona.
Aun así, la mayoría de las mujeres que padecen estrés grave antes del embarazo no tendrá parto prematuro. En el estudio, apenas el 4,5 por ciento de ellas tuvieron a sus bebés prematuramente, es decir antes de la semana 37 de gestación.
"El estudio demuestra que el estrés muy grave tiene un efecto sutil sobre la prematuridad", dijo a Reuters Health la coautora del estudio, la doctora Louise Kenny, del University College de Cork, en Irlanda.
"Tuvimos que analizar una muestra poblacional grande para descubrir ese efecto. Esto significa también que para cada mujer, el riesgo real de parto prematuro asociado con el estrés grave es muy pequeño", agregó Kenny.
El equipo señaló que todas las mujeres que están embarazadas o planean estarlo deberían tratar de tener un estilo de vida saludable y seguir el consejo médico.
FUENTE: Human Reproduction, online 3 de diciembre del 2008
NUEVA YORK (Reuters Health) - Las mujeres que padecen estrés por la muerte o enfermedad grave de un ser querido inmediatamente antes de quedar embarazadas tendrían mayor riesgo de parto prematuro, sugirió un nuevo estudio.
Este resultado, publicado en la revista Human Reproduction, aumenta la evidencia de que el estrés grave puede influir en las complicaciones del embarazo, como el bajo peso al nacer o el parto del feto muerto.
Los autores hallaron entre más de 1 millón de mujeres danesas que quienes tenían un hijo después de los 24 años y habían sobrellevado la muerte o enfermedad grave de un familiar inmediatamente antes del embarazo solían dar a luz prematuramente.
Las mujeres que sufrieron ese estrés en los seis meses previos al embarazo eran un 16 por ciento más propensas a tener un parto prematuro.
Cuando era un hijo el que había muerto o enfermado, la probabilidad de tener un parto prematuro aumentaba un 23 por ciento y el riesgo de dar a luz mucho antes de fecha crecía un 59 por ciento.
Es posible que experiencias altamente estresantes como esas tengan efectos hormonales que determinen el parto prematuro en algunas mujeres, según explicó el doctor Ali Khashan, de la University of Manchester, en el Reino Unido.
El estrés grave antes o cerca del momento de la concepción alteraría los niveles femeninos de la hormona del estrés (cortisol) y la hormona liberadora de la corticotropina (CRH), que participan en la implantación embrionaria y la formación de la placenta, indicó el autor a Reuters Health,.
Los niveles de la CRH generalmente aumentan antes del nacimiento del hijo y en las mujeres que tienen parto prematuro se observó un "aumento precoz" de la hormona.
Aun así, la mayoría de las mujeres que padecen estrés grave antes del embarazo no tendrá parto prematuro. En el estudio, apenas el 4,5 por ciento de ellas tuvieron a sus bebés prematuramente, es decir antes de la semana 37 de gestación.
"El estudio demuestra que el estrés muy grave tiene un efecto sutil sobre la prematuridad", dijo a Reuters Health la coautora del estudio, la doctora Louise Kenny, del University College de Cork, en Irlanda.
"Tuvimos que analizar una muestra poblacional grande para descubrir ese efecto. Esto significa también que para cada mujer, el riesgo real de parto prematuro asociado con el estrés grave es muy pequeño", agregó Kenny.
El equipo señaló que todas las mujeres que están embarazadas o planean estarlo deberían tratar de tener un estilo de vida saludable y seguir el consejo médico.
FUENTE: Human Reproduction, online 3 de diciembre del 2008
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